Lesiones cerebrales

Qué hacemos

Hablamos de Daño Cerebral Adquirido (DCA) cuando se produce una afectación de las funciones encefálicas en personas que, habiendo nacido sin ningún tipo de daño cerebral, sufren posteriormente una lesión cerebral. Este tipo de lesiones origina una alteración en el funcionamiento sensorial, motor, cognitivo o emocional que afecta a la conducta de los pacientes y limita, en muchas ocasiones, su independencia vital.

Pueden ser internas (accidentes cerebro-vasculares, tumores, etc.) o externas (traumatismos craneoencefálicos). Enfermedades degenerativas del sistema nervioso central (esclerosis múltiple, Parkinson,…) también pueden ocasionar síntomas parecidos.

En muchas ocasiones, estos síntomas (sobre todo, en los traumatismos cráneo-encefálicos) son difíciles de interpretar por los diferentes especialistas, ya que no existen evidencias físicas que puedan corroborar la existencia de su sintomatología, que en muchos de los casos están relacionados con el sistema visual.

 

Consecuencias visuales:

– Alteraciones del campo visual

– Disfunciones de movimientos oculares

– Disfunciones de los músculos oculares

– Disfunciones binoculares (visión doble)( alteraciones de la visión en 3D)

– Disfunciones de la acomodación (dificultad o incapacidad para enfocar a diferentes distancias)

– Disfunciones de la percepción visual

– Disfunciones vestibulares relacionadas con la visión

– Alteración de la visión del color

– Alteraciones del equilibrio

–  Pérdida de la localización espacial.

–  Desplazamiento de la línea media corporal

–  Pérdida de memoria visual, etc…

 

En estos casos la rehabilitación visual se convierte en imprescindible para mejorar las dificultades visuales que van apareciendo asociadas a la enfermedad y para mantener las funciones visuales en su mejor rendimiento.

Además de la rehabilitación hay casos en los que hay que considerar la prescripción de prismas, lentes coloreadas, u oclusiones binasales, entre otras.

 

Las causas más comunes de daño cerebral son:

  • Traumatismo craneoencefálico: es la lesión del cerebro por un trauma o golpe. Las causas más frecuentes son accidentes de tráfico (el 80% de los casos), laborales y deportivos.
  • Ictus: los accidentes cerebro vasculares son lesiones derivadas de una interrupción del sistema de riego sanguíneo del cerebro, como las embolias y trombosis, o las hemorragias cerebrales, incluyendo ruptura de aneurismas, o malformaciones de las venas y arterias que riegan el cerebro
  • Anoxias o hipoxias: es la ausencia o pobre oxigenación del cerebro durante un tiempo determinado, lo que provoca la muerte neuronal de parte del tejido cerebral.
  • Tumores cerebrales: tanto el propio tumor como los procedimientos orientados a su eliminación (cirugía, radiación) causan daños importantes en el tejido cerebral circundante.
  • Otras causas: encefalitis de diversas etiologías, que pueden ser consecuencia de procesos infecciosos, víricos, o de envenenamiento por tóxicos.